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Encendidos por la paz en la terra

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Cada día en nuestra sociedad, mensajes catastróficos bombardean nuestras vidas a través de las redes sociales:

• Los ciudadanos viven aterrorizados por un posible robo de automóviles o un tiroteo en una carretera.
• Los padres dejan a sus hijos en sus escuelas sin saber lo que puede ocurrir durante del día.
• Los grupos minoritarios se encuentran rechazados por simplemente ser quienes son.
• Los inmigrantes se enfrentan a la brutalidad verbal, física y emocional diariamente.
• Los estudiantes universitarios consideran el suicidio como un remedio a los problemas que enfrentan.
• Las familias se destruyen en ocasiones por conflictos que llevan a la soledad. Es por eso que tienen que buscar ayuda, para perdonarse, reconciliarse y unirse.
• Niños y adultos se van a la cama con hambre y frío.
• Los ancianos no conocen más que un aislamiento doloroso y constante.

La lista podría seguir y seguir.

Los líderes gubernamentales de todo el mundo se esfuerzan por desarrollar programas para cada uno de estos y muchos otros males que enfrentan nuestras naciones.

Simultáneamente:

• Las empresas unen sus esfuerzos por la unidad.
• Los sistemas escolares buscan la armonía entre sus regiones en la vida cotidiana.
• Los vecindarios hacen gestiones por la paz.

Todas las iniciativas nos sensibilizan, pero creo que hay una mejor solución y es sencilla.
Me atrevería a decir que nosotros, como ciudadanos de un país libre, podemos inspirar a otros y comenzar a revitalizar la paz y la esperanza en nuestros tiempos.

 

Si todos nosotros sin importar la religión que profesamos, nos uniéramos a orar y a reflexionar sobre nuestras vidas, lograríamos una paz interior y podríamos transmitir armonía y reconciliación, haciendo de nuestro mundo un mejor lugar para vivir.

Abramos la puerta de nuevo al Padre que envió a su Hijo al mundo, y mantengamos nuestros corazones abiertos para que las soluciones comiencen con cada uno de nosotros, y penetren en el pensamiento y sueños de las personas más cercanas.

 

La violencia y los ruidos que perturban nuestros corazones y almas, deja a las familias devastadas como resultado de la agresión, hostilidad y crueldad que existe en muchos ámbitos.

A veces nuestras desviaciones internas, nos impiden que la buena semilla sembrada en nuestro interior, pueda crecer y desarrollarse.
Gradualmente, nuestra dependencia en nuestro Creador ayudará a restaurar la Creación dada a nosotros como un regalo para ser cuidada, nutrida y compartida con todos.

Una vez que cada uno de nosotros responda a su Fuego Interior:

• Las relaciones cambiarán.
• Nuestras actitudes hacia los demás abrirán las puertas que nunca hemos abierto.
• Una nueva vida surgirá en las familias, que es el corazón de cada sociedad.

Sabemos que los líderes juegan un papel especial en cualquier nueva iniciativa, por lo tanto es indispensable:

• Que los padres guíen a sus hijos.
• Que los pastores unan a sus congregaciones.
• Que los principales y directores de las instituciones educativas establezcan los lineamientos para que su facultad y personal lleven a sus estudiantes el mensaje de paz y justicia que también revitalizará a sus familias.
• Que los presidentes de las empresas sienten un precedente para un cambio.
• Que los supervisores motiven a sus empleados.
• Que los Consejos Estudiantiles, los Líderes Scouts y los jefes de todas las organizaciones y sociedades, sirvan como catalizadores para animar a sus compañeros.

Una vez que este proceso se encienda a todas las comunidades, se despertará el interés en mantener la llama prendida para la transformación de un mundo mejor. Las redes sociales son esenciales para promover la misión fácilmente, y los medios noticiosos podrían mantener el impulso.

Me reto a mí misma, y a todos los demás a que leen este mensaje, se unan en mente y espíritu conscientemente, y oren por inspiración, fuerza y perseverancia, para lograr que cada ser humano pueda vivir en un ambiente más pacífico y nuestros hijos crezcan en armonía.

Solo se necesita la motivación interior, el deseo de buscar un cambio, tener contacto con líderes de todos los ámbitos públicos, sociales y religiosos que estén dispuestos a dar los primeros pasos, y por último, que todos nosotros utilicemos nuestros talentos para realizar nuevos esfuerzos POR LA PAZ DE LA TIERRA. 

Sister Mary Ellen Gemmell, CSFN
1 de diciembre de 2021